La juventud amazónica de Brasil profundiza en una visión conectada y audaz para la COP 30

Escrito por Felipe Storch y Pedro Neves de Castro, del Comité Consultivo de la Juventud (CCJ)

Los días 28 y 29 de agosto de 2025, a 75 días del inicio de la COP30 en Belém, el Comité Asesor Juvenil (YAC) del Panel Científico por la Amazonía (SPA) celebró su cuarto taller juvenil de la serie Pan-Amazónica, trayendo la conversación a casa, a Brasil.

Durante dos días, unos 45 jóvenes investigadores brasileños, comunicadores indígenas, líderes comunitarios y estudiantes se reunieron virtualmente para explorar una cuestión central que ha guiado esta serie de talleres: ¿cómo podemos defender y fortalecer las conectividades amazónicas -ecológicas, culturales, sociales, económicas y entre sistemas de conocimiento- en el camino hacia la COP30?

Al igual que en reuniones anteriores que congregaron a participantes de Ecuador-Perú-Bolivia , Colombia-Venezuela y Guyana-Surinam-Guayana FrancesaLa sesión de Brasil se diseñó para ser práctica: sesiones plenarias breves, trabajo en grupo, herramientas de colaboración y síntesis colectiva, esta vez con un ritmo marcadamente brasileño. El resultado fue franco, dinámico y arraigado en las realidades de la región amazónica.

Día 1 - Voces, medios de comunicación y las muchas Amazonías

El primer día, la sesión plenaria de apertura se centró en quienes cuentan las historias del bosque. Los medios de comunicación indígenas -descritos como organizados, cohesionados y cada vez más apoyados- emergieron como una fuerza estratégica: documentando realidades vividas, dando forma a narrativas y centrándose en contenidos producidos por las propias comunidades. El grupo propuso incluir directamente a los comunicadores indígenas en las próximas sesiones e incluso en la propia COP30.

La conversación también puso de relieve las conexiones con el Consejo Nacional de Poblaciones Extractivas (CNS), recordando un manifiesto juvenil que habían elaborado anteriormente, prueba de que el protagonismo local no es una promesa, sino una práctica. Hubo ofertas para abrir canales de colaboración de camino a Belém. Desde allí, los participantes se dividieron en tres grupos de trabajo.

Conectividad ecológica: Corredores, terrenos públicos y un clima cambiante

Los jóvenes definieron la conectividad ecológica como el tejido que mantiene en movimiento bosques, ríos, especies y ciclos. A partir de ahí, trazaron un mapa de las presiones urgentes:

  • La fragmentación, la deforestación y los incendios se refuerzan mutuamente e interrumpen corredores vitales, además de afectar a las precipitaciones en Brasil y más allá.

  • Los bosques públicos sin explotar -decenas de millones de hectáreas- se consideran un blanco fácil para el acaparamiento de tierras, la minería ilegal y los proyectos especulativos.

  • El clima extremo, que ya altera los cultivos (desde las nueces de Brasil hasta el pescado), repercute en la seguridad alimentaria y modifica los procesos ecológicos, con ejemplos como la feminización de las crías de tortuga debido al aumento de las temperaturas.

  • El principal mensaje de este grupo era proteger y reforzar las zonas existentes, asignar bosques públicos y fortalecer las agencias medioambientales con personal y presupuesto.

Conectividad cultural y social: Pertenencia, reconocimiento y ciudad-río

  • El grupo que debatió la conectividad cultural y social la definió como el reconocimiento de la identidad, las lenguas, las prácticas y los modos de vida moldeados por los ríos y las estaciones.

  • El grupo destacó que existe la percepción de que el sentimiento de pertenencia a las identidades amazónicas es frágil entre algunos grupos de jóvenes. Esto es resultado de los prejuicios, la migración juvenil y las decisiones políticas tomadas lejos de los territorios.

  • Los participantes argumentaron que las políticas públicas deben crearse "desde los ríos hacia fuera" y no "desde fuera de la Amazonia hacia dentro", ignorando el contexto local desde dentro.

Conectividad económica: Más allá de la lógica de la extracción

  • En el grupo de economía, los jóvenes cuestionaron la idea de que la conectividad consiste simplemente en el flujo de mercancías. Pusieron de relieve una maraña de economías arraigadas en el territorio -pesca, gestión forestal comunitaria, chacras, producción artesanal- amenazadas por intermediarios, infraestructuras precarias y políticas inconexas.

  • Las propuestas incluían políticas estructurales (educación, saneamiento, transporte), precios justos, trazabilidad y financiación que llegue directamente a las comunidades, con flexibilidad para que sean protagonistas.

  • Al final de la jornada, tres riesgos surgieron como hilos conductores: (1) el colonialismo interno y la visión periférica, (2) los extremos climáticos que sólo requieren respuestas reactivas, y (3) la exclusión de los jóvenes de los procesos de toma de decisiones.

Día 2 - Resumen de los llamados para sectores específicos

El segundo día transformó estos diagnósticos en peticiones concretas. Cada grupo realizó un ejercicio para dirigir peticiones específicas al sector público, a los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales, al mundo académico, a la sociedad civil y a los sectores privado y financiero, con el fin de abordar las principales necesidades identificadas.

  • Sector público: El grupo entiende que el sector público es responsable de asignar los bosques públicos, asegurar y demarcar las tierras indígenas y fortalecer los corredores. Además, el sector público necesita fortalecer las agencias medioambientales con personal, presupuestos e infraestructuras, y crear políticas para adaptarse a las sequías extremas, garantizando el agua, la salud y la educación. También debe ampliar los espacios de consulta y preparar a las comunidades para cumplir los requisitos legales.

  • Pueblos Indígenas y comunidades locales: El grupo de conectividad ecológica, por ejemplo, señaló que "los Pueblos Indígenas han desempeñado su papel, resistiendo durante más de 500 años desde la invasión brasileña, manteniendo la selva en pie hasta el día de hoy. Las investigaciones confirman que las zonas mejor conservadas son las tierras indígenas. Se necesita más apoyo para proteger el territorio, combatiendo la minería ilegal y el narcotráfico". En este sentido, es importante garantizar la consulta previa y el acceso directo a los recursos financieros, apoyar la vigilancia comunitaria y la transferencia intergeneracional de conocimientos, y crear centros de investigación técnica en los territorios.

  • En el mundo académico: Hacer ciencia en coautoría con las comunidades y presentar los resultados en un lenguaje accesible. Ampliar el acceso y la permanencia de los estudiantes indígenas y tradicionales. Promover la producción académica indígena en las políticas públicas.

  • Sociedad civil: Todos los grupos reforzaron la importancia de implicar más a la sociedad civil en la elaboración de políticas. El grupo de conectividad social y cultural declaró que "Una barrera muy grande a esta conectividad son los prejuicios. Por ejemplo, recientemente en la COP-30, cuando se presentaron los platos e ingredientes oficiales que se servirían en el evento, se vetaron algunos ingredientes importantes. Sin embargo, hay personas que consumen estos productos a diario (açaí, maniçoba, etc.). No se tuvo cuidado en determinar si el riesgo existía realmente". Este ejemplo demuestra la influencia del colonialismo y cómo las prácticas extranjeras se consideran mejores o más seguras que las locales. Por lo tanto, es necesario reforzar la sociedad civil para que pueda actuar en primera línea de las crisis climáticas, conectando los datos locales con la incidencia política. Aumentar los conocimientos sobre la COP30 para democratizar la participación.

  • Sector privado: Garantizar la trazabilidad y cadenas de suministro libres de deforestación y minería. Pagar precios justos a los productores y apoyar las cadenas de suministro comunitarias. Invertir en investigación y desarrollo locales y en infraestructuras gestionadas por las comunidades.

  • Sector financiero: Los grupos debatieron el papel estratégico del sector financiero. Por ejemplo, el grupo de conectividad ecológica señaló que: "El dinero de los fondos (por ejemplo, el Fondo Amazonia) tiene que llegar directamente a los usuarios finales. Muchos proyectos no llegan a las comunidades que realmente lo necesitan. El pago por servicios ecosistémicos (por ejemplo, créditos de carbono) debe aplicarse urgentemente, y los países de todo el mundo deben contribuir a mantener los bosques en pie". Facilitar el acceso a fondos y pagos por servicios medioambientales directamente a las comunidades. Apoyar las cadenas de suministro sostenibles, la ciencia aplicada y la gobernanza territorial.

Lo que Brasil aporta al mosaico panamazónico

Al igual que en otros talleres, los participantes en el de Brasil hicieron hincapié en el doble compromiso de los jóvenes amazónicos: ocupar puestos de decisión y prepararse para ejercer responsabilidades. Esto incluye la formación en gestión territorial, ciencia ciudadana e incidencia política. Rechazaron la idea de la juventud como "el futuro"; los jóvenes amazónicos ya están experimentando hoy los impactos climáticos, junto con los ancianos y las mujeres. En la reunión también se destacó el reto de la continuidad científica: muchas investigaciones van y vienen sin volver a las comunidades. La propuesta: ciencia ciudadana con cogestión, remuneración comunitaria y salvaguardias contra la apropiación indebida de conocimientos.

Después de cuatro talleres, los patrones regionales de opiniones y perspectivas de los jóvenes amazónicos son cada vez más claros. En primer lugar, existen amenazas comunes en toda la cuenca amazónica. Los casi 200 jóvenes participantes mencionaron principalmente la minería ilegal, el acaparamiento de tierras, el aumento de los incendios forestales y otros fenómenos meteorológicos extremos, la erosión cultural y la migración juvenil. En segundo lugar, existen soluciones convergentes en todas las regiones de la cuenca amazónica. Somos países únicos, pero tenemos soluciones que pueden ser similares. Entre las soluciones presentadas, destacamos la necesidad de garantizar la seguridad territorial e hídrica, fortalecer la gobernanza comunitaria, estructurar cadenas de valor justas y promover la participación social inclusiva.

Por último, podemos utilizar la conectividad como guía, como ruta para seguir y alcanzar una visión de desarrollo sostenible para la región. La conectividad es como los ríos amazónicos que se forman en la cordillera de los Andes, y al descender y avanzar por la selva, se encuentran y crean, junto con los árboles, grandes ríos voladores que cuidan de nuestro futuro. Del mismo modo, existe conectividad entre los animales, las numerosas lenguas, los mercados y los sistemas de conocimiento. El taller de Brasil puso de relieve cómo están conectados todos estos aspectos de nuestra vida en la Amazonia. Sin embargo, hay un vacío institucional (organismos con presupuesto y personal) y de acceso a la financiación que llega a las cabeceras de los ríos, las comunidades y los que están en primera línea. Necesitamos un liderazgo que venga de dentro.

Nuestros próximos pasos en el camino a Belém en noviembre

Según lo previsto, ahora sistematizaremos los resultados de este taller junto con el conjunto regional de prioridades de la juventud. Esta sistematización formará un documento resumen, una visión de la juventud amazónica, que se lanzará en la COP30 en Belém, junto con el segundo Informe de Evaluación de la Amazonia de la SPA. Un último taller regional (previsto para principios de octubre) reunirá a jóvenes científicos y líderes para solidificar los compromisos. Si algo nos enseña la Amazonia es que la vida prospera en conexión. Este cuarto taller reafirmó que esto es cierto para la acción climática: múltiples actores, muchos caminos, una sola red viva.

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